dissabte, 31 de maig del 2014

La historia más brillante del COTIF está por llegar

Aunque estas recopilaciones son necesarias (pues para saber quién eras tienes que ver quién has sido), es necesario no caer en el error de pensar que lo mejor del COTIF llegó en el pasado. Lo mejor del torneo internacional que se organiza cada año en la Ciutat Esportiva Els Arcs de l'Alcúdia está por venir. Aun así, no es posible viajar al futuro y saber cuáles serán las futuras estrellas que pasarán por el COTIF y, por lo tanto, hemos querido hacer una mirada a atrás, pero muy poco atrás. En los últimos cinco años se ha producido la absoluta consolidación del campeonato alcudiano. ¿Por qué? Pues en buena medida porque el mundo del fútbol ha entendido definitivamente que el COTIF es el escaparate más importante del deporte rey a nivel europeo, por lo que respecta a las más prematuras estrellas del balompié. En tiempo de crisis económica y problemas de financiación de los clubes, los cuerpos técnicos de los equipos han mirado hacia las canteras, intentando nutrirse de jóvenes y baratas estrellas. Se ha acabado aquello de valorar más al joven brasileño, checo o italiano que al integrante de la cantera propia, que conoce la casa y siente los colores. El mundo es cada vez más global pero las personas, los organismos o los clubes cada vez miran con un prisma más introspectivo. Esta tendencia se ha unido a la necesidad de optimizar recursos, también económicos. En el COTIF se pueden ver estrellas del fútbol. No, como antes, futuras estrellas. Los entrenadores confían ya en jóvenes de diecisiete, dieciocho o diecinueve años. Del COTIF pasan a titulares de los principales equipos. Ejemplos se registran a montones. Tal vez, en los últimos años, los más elocuentes han sido los de Icardi, Isco, Vadillo, Demirbay, Santi Mina o Nono. Son nombre utilizados al azar, dado que la nómina ex de una extensión casi insultante. Actualmente, cuando una estrella empieza a destacar desde bien joven, rápidamente muchos de los aficionados al COTIF buscan entre sus archivos (mentales o materiales) para saber si pasó por l’Alcúdia. Es lo normal. 

dimarts, 8 d’abril del 2014

¿Cuánto vale la vida de un futbolista juvenil?

El fútbol valenciano ha vivido estos días una catástrofe de una magnitud difícil de recordar. La muerte del jugador juvenil del CDEB Ontinyent Óscar Martínez en Villanueva de Castellón durante el partido que enfrentaba a los dos conjuntos ha sacudido con fuerza a los aficionados al deporte rey, recordando de nuevo viejos episodios muy famosos en los que perdieron la vida ya insignes futbolistas como Jarque o Puerta. El joven de Aielo de Malferit falleció tras sufrir un paro cardíaco, siendo insuficientes los primeros auxilios aplicados por el cuerpo técnico y los padres de los jugadores del Ontinyent y poco después (la ambulancia tardó sólo siete minutos) el trabajo realizado por las emergencias sanitarias. 
Más allá de la desgracia, el poso que queda tras el hecho es la seguridad médica en el deporte. Evidentemente es complicado controlar las dolencias que pueden padecer todos los jugadores valencianos que disputan, semana a semana, más de mil partidos en el territorio autonómico. No hay culpables en el fallecimiento de Óscar Martínez. Sin embargo, quizá se debería dar un paso y asegurar, por ejemplo, la difusión de desfibriladores en todos los terrenos de juego españoles. La legislación vigente no comprende la obligatoriedad de disponer de este aparato médico en las instalaciones y la mayoría de clubes no cuentan con los utensilios necesarios para responder con efectividad en un momento de urgencia. La federación debería llegar a algún tipo de acuerdo económico con quién sabe que empresa especializada en desfibriladores y a cambio de comprarle cientos de miles (o canalizar la compra de los clubes) conseguir un precio asequible para todas las entidades deportivas. 
Afortunadamente, la mayoría de ellos quedarán sin uso y nunca se precisará de su aplicación pero con una vida que se salve habrá valido la pena el establecimiento en todas las instalaciones. Es un esfuerzo necesario 
que debe aplicarse con premura, así como mejorar (cualquier prevención es poca) los análisis médicos que realizan la federación y los clubes.
Publicado por Carles Senso - Periódico Levante-EMV

dissabte, 29 de març del 2014

Ayza Gámez aboga por educar a los jóvenes para acabar con la violencia en el fútbol

El árbitro de la Liga BBVA llena la Casa de la Cultura de l’Alcúdia, en una nueva conferencia del COTIF

La Casa de la Cultura de l’Alcúdia se llenó completamente ayer viernes para presenciar la conferencia que el árbitro de la Liga BBVA Miguel Ángel Ayza Gámez protagonizó dentro del serial que el Torneig Internacional de Futbol Sub-20 (el COTIF) lleva organizando durante todo el año para complementar al campeonato que se celebra en el mes de agosto. El colegiado desveló muchos de los secretos que rodean al mundo arbitral, uno de los elementos más herméticos del fútbol nacional. Así, hizo un profundo repaso de los procedimientos que utilizan los trencillas en la preparación de los encuentros y su estudio posterior, subrayando que, desde hace algunos años, la Federación Española de Fútbol ha potenciado la preparación psicológica de los jueces de juego.

Ayza Gámez (que recibió la insignia de oro del torneo internacional y firmó en su libro de honor tras arbitrar la final del año pasado entre España y Argentina) afirmó que el arbitraje español, al igual que su fútbol, está entre los mejores del mundo pero que no hay que caer en la autocomplacencia y seguir trabajando para perfeccionar sus decisiones. En dicho sentido, consideró que la introducción de la tecnología en las decisiones podría favorecer su labor. “Cuando más nos faciliten nuestro trabajo, mejor”, adujo. Ayza Gámez realizó un complejo análisis de todos los factores que envuelven al mundo arbitral y que pueden acabar condicionando sus decisiones, desde los intereses sociopolíticos de fútbol hasta el tratamiento que realizan los medios de comunicación.

dijous, 20 de març del 2014

¡Dejen en paz a los niños!

Decía la campaña que «si tú lees, ellos leen» pero, por supuesto, dicha transfusión mimética también se produce, incluso en mayor  medida, con los aspectos negativos. De hecho, hay muchas  posibilidades que si tu eres un «hooligan», violento y maleducado, tu  hijo o hija sea también un energúmeno social que utiliza el deporte  para mostrar sus peores modales. Esta semana se ha conocido el caso  de dos individuos que en León agredieron a un árbitro de 16 años. Uno  lo sujetó, el otro le propinó varios puñetazos, causando el ingreso  en el hospital del joven colegiado. Sus razones se cimentaban en el  partido que el árbitro estaba pitando... ¡de prebenjamines! Niños de  6 y 7 años viendo a sus padres agredir al árbitro. Aquí en la Ribera se han vivido casos similares, con jugadores o aficionados que se  vieron con la suficiente potestad como agredir al juez respectivo de  la contienda. Ejemplos de lo que no es (o debería ser) el deporte.
La práctica de una actividad física debe estar sujeta a la proyección  de valores, mil veces repetidos pero, visto lo visto, aún no las  suficientes veces. La diversión debe imponerse sobre la  competitividad, el compañerismo sobre el individualismo, la  solidaridad sobre la rivalidad, el respeto (por ejemplo al árbitro) sobre la falta de consideración. Más todavía cuando se trata de niños  y niñas. Los padres y madres deben entender que los jóvenes no juegan  al fútbol, baloncesto o waterpolo para sacarlos de la ruina.  ¡Aléjense de la línea de cal, por favor! Basta de presión, basta de  ver los partidos cada semana como si la vida se fuera con el tanto en  contra, basta de ejercer presión sobre los menores, trasladándoles su  falta de educación como espectadores. Si quieren que el deporte  aporte algo a sus hijos, ¡déjenlos en paz!
Publicado por Carles Senso en Levante-EMV La Ribera

dilluns, 23 de desembre del 2013

La Guerra del Fútbol. Sangre con el deporte rey como excusa.

A lo largo de la historia de la humanidad, diversas han sido las razones para poder generar conflictos entre personas y países, que han derivado, incluso, en guerras que han dejado millares de víctimas fatales; pero que un roce fuera generado por un partido de fútbol, parecía poco creíble, salvo en 1969. Ese año, producto de un encuentro deportivo entre El Salvador y Honduras, se generó una batalla que dejó un saldo cercano a los seis mil fallecidos, 15 mil heridos, y en un estado de conflicto constante por 11 años a ambas naciones. La historia señalará que este conflicto fuera denominado como "la Guerra de las 100 horas"; sin embargo, el periodista polaco Ryszard Kapuściński lo bautizó con el nombre que, 44 años después, sería conocido por la humanidad: "La Guerra del Fútbol".

EL FÚTBOL COMO EXCUSA
Los datos empíricos afirman que la concentración de cultivos en manos de unas pocas familias, provocó que muchos campesinos salvadoreños decidieran emigrar hacia la vecina Honduras dado la vulnerabilidad de su frontera para ocupar la gran cantidad de campos fiscales aptos para el cultivo que ésta tenía en desuso. Sin embargo, en 1969, el año en que el hombre pisó la luna, el gobierno hondureño anunció una reforma agraria que beneficiaría solamente a sus ciudadanos, lo que disgustó a los terratenientes salvadoreños, pues cerca de 200 mil salvadoreños regresarían a su país, y reclamarían una tierrasque los "patrones" no estarían dispuestos a ceder. Y si sumamos a lo anterior hechos como la desigualdad de reparto en el Mercado Común Centroamericano (del que además formaban parte Nicaragua, Costa Rica y Guatemala) y la demarcación de la línea fronteriza, el ambiente entre ambas naciones estaba tenso. Paralelo a este ambiente político, el 8 de junio de ese año se jugó en Tegucigalpa el duelo entre los "Catrachos" y "La Selecta", por la ida de las semifinales de las Clasificatorias de Concacaf rumbo al Mundial México 1970, con victoria hondureña por 1-0. Sin embargo, el partido de vuelta, jugado el 15 de ese mes, tendría un ambiente distinto. Los medios salvadoreños crearon un ambiente tenso, que provocó varios incidentes en San Salvador, e incluso tras el partido,con victoria 3-0 para el local, un grupo de hinchas persiguió a los hondureños desde el estadio hasta la ciudad fronteriza de El Amatillo. ¿Consecuencia? Hinchas de la "Bicolor" salieron a la calle a agredir y saquear los negocios y casas de los habitantes salvadoreños.

dimecres, 11 de desembre del 2013

King Kenny Dalglish

En 1966, once años antes de batir el récord británico de un traspaso con su fichaje, el Liverpoolofreció una prueba a Kenny Dalglish. El futuro “rey Kenny”, entonces un muchacho regordete de 15 años, estuvo tan solo unos días en el equipo, y su momento más destacado fue cuando Bill Shankly lo llevó de vuelta al albergue. Por desgracia, el legendario técnico del Liverpool no consideró aquel encuentro tan memorable. Cuando Dalglish empezó a destrozar las defensas adversarias con el Celtic de Glasgow unos años más tarde, y Shankly descubrió, enojado, que el club había dejado escapar al jugador, se negó a creer que él mismo pudo haber sido el responsable, y ordenó una investigación. No dejaría de lamentarlo. Cuando se desplazó a Derby para asistir a un choque entre las selecciones sub-23 de Escocia e Inglaterra en 1972, otro de los escoceses del club, Ian Ross, le preguntó qué tal lo había hecho Dalglish. “No me hable de Dalglish”, se quejó. “Fue el único hombre dentro de la cancha. ¡Dios mío, qué jugador!”. Pasaron otros cinco años, hasta que el Liverpool se hizo al fin con sus servicios. Por aquel entonces Shankly ya había emprendido una nueva etapa, y Bob Paisley fue el entrenador responsable de su fichaje, que costó 440.000 libras. Pero eso no impidió a Shankly dar su parecer cuando se concretó la operación, ni recriminar al Celtic que ofreciese una segunda oportunidad al Liverpool. “Es lo más increíble que he visto nunca”, opinó. “Yo hubiera dimitido y abandonado el fútbol por completo antes que vender a un jugador tan brillante”.
Y si bien Shankly tardó en apreciar la auténtica valía del jugador, no puede considerársele el único responsable de haber prescindido de él once años antes. Después de todo, el Liverpool había pedido a Dalglish que se quedase un poco más de tiempo a prueba, a lo que este se negó. Su explicación fue que tenía que volver a su casa antes de someterse a otro examen, con el West Ham United. ¿Era cierto? “El Rangers jugaba contra el Celtic en Ibrox aquella noche”, confesaría luego. “Subí al tren en Lime Street y fui directamente al partido”.

diumenge, 17 de novembre del 2013

Tostão, la visión de una estrella

Pensar que todo en la vida tiene lógica puede ser algo muy discutible. Por ejemplo, el hecho de que la carrera de Tostão acabase antes de lo previsto no por una lesión de rodilla ni de tobillo, sino por un problema ocular, quizás sea algo absolutamente fortuito. Aun así, desde el punto de vista simbólico, parece cobrar sentido. Al fin y al cabo, la genialidad de Eduardo Gonçalves de Andrade como futbolista procedía de los ojos, y del cerebro inmediatamente conectado con ellos. A este ariete de pequeña estatura podían faltarle muchas cosas, pero eso sí le sobraba: visión de juego. “Yo destacaba por los pases, los regates en corto, la llegada al área para marcar y, principalmente, mi capacidad de anticipar las jugadas”, explica en Tostão: recuerdos, opiniones y reflexiones sobre el fútbol, libro publicado por DBA en 1997. “Tenía varios defectos que fueron disminuyendo a lo largo del tiempo, gracias a muchos entrenamientos diarios: casi disparaba solo con la pierna izquierda, cabeceaba mal, con los ojos cerrados, tenía poca velocidad en los espacios medios y largos, chutaba flojo desde fuera del área. Mi técnica, mis condiciones atléticas y mi velocidad no conseguían seguir a mi raciocinio. Pensaba rápido, pero muchas veces no hacía lo que quería. Pero sí practicaba mucho la autocrítica, siempre pensaba que podía jugar mejor”.
Tostão no necesita decir que tenía una gran capacidad de autocrítica. La descripción anterior llega a ignorar que estamos hablando de un futbolista que fue titular en una de las líneas ofensivas con mayor talento de la historia, la de la selección brasileña campeona de la Copa Mundial de la FIFA™ en 1970, y que cambió para siempre la faz de un club, el Cruzeiro. Dirigido por su fútbol brillante, se convirtió en uno de los grandes de Brasil durante el decenio de 1960, época en la que el país sudamericano estaba repleto de pesos pesados, empezando por el Santos de Pelé.